domingo, 1 de diciembre de 2013

Invitación a jugar

"Usted puede descubrir más sobre una persona en una hora de juego que en un año de conversación."
Platón

He comprobado en muchas horas de vuelo impartiendo talleres y cursos, que nada ilumina el cerebro como el juego. El juego nace de la curiosidad y la exploración. Despierta el cerebelo- lleva una gran cantidad de impulsos al lóbulo frontal y ayuda a desarrollar la memoria contextual. Además, la base de la confianza humana se establece a través de señales de juego.

Prueba esta inducción al juego: siéntate cómodamente en  un estado relajado y alerta con las manos sobre las piernas.

Deja venir un momento en tu vida en que juegas, disfrutas… gozas… cuando te venga cierra los ojos. Observa de qué tipo de juego se trata. ¿Estás jugando con un objeto, manipulándolo?… conectando manos con cerebro?

La mano humana, en la manipulación de los objetos, busca el cerebro. Y el cerebro está en busca de una mano. El juego es el medio por el cual los dos están vinculados de la mejor manera.

O quizá estás moviendo el cuerpo… con un deseo espontaneo de desafiar la gravedad… a lo mejor participas en un actividad deportiva… un cuerpo contra cuerpo…. Quizá sea un juego de la imaginación- de crear y fluir…

A medida que entres dentro de tu experiencia… asociándote plenamente a la actividad… date cuenta de que ves al tu alrededor… que oyes… que sientes… Conecta con el puro disfrute del juego. Deja que venga la alegría de ese momento, intemporal… de estado de gracia…

Cuando sientes que estás disfrutando realmente del momento, respira hondo…y expande la sensación por todo el cuerpo….

Poco a poco, a tu ritmo, abre los ojos y vuelve a la habitación…


Según Stuart Brown psicólogo forense y fundador del National Institute for Play "lo contrario del juego no es el trabajo, es la depresión”

El Instituto Nacional para el Juego investiga la suma importancia que tiene el juego más allá de la infancia. Su propósito es conseguir que el juego se teje en nuestras prácticas sociales, para transformar radicalmente nuestras vidas.



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