domingo, 20 de octubre de 2013

Virginia Satir



“La autoestima es el sistema inmunitario del alma.”

Virginia Satir fue pionera en la terapia familiar, precursora de las constelaciones familiares y la terapia breve, y referente para el inicio de la PNL. Resaltaba la importancia de la autoestima, la sabiduría del cuerpo, los patrones del lenguaje, y la ecuanimidad en las relaciones desde una visión sistémica. En su trabajo empleaba el contacto físico, el drama, el humor y la metáfora. Fue experta en saber identificar aquellos sutiles aspectos verbales y no-verbales presentes en las relaciones entre personas en una familia o una organización que contribuyen a que se produzca un cambio positivo en esa relación.

Impartía ya hace más de cuatro décadas unos talleres de comunicación en los cuáles abría espacios donde cada miembro del grupo podía crecer de forma más libre y expresarse desde la vulnerabilidad (Ejercicios para la comunicación humana). Su actitud esencial acerca del aprendizaje fue la de una apasionante curiosidad y experimentación- ganas de probar nuevas maneras de obrar. Ella consideraba el ser humano un milagro y trataba la persona en su integridad y su conexión con los demás. Su metáfora del individuo es la de una semilla en constante crecimiento y búsqueda de sentido.

Tenía una presencia de cariño y creaba una atmósfera de bienvenida y seguridad, de apoyo, conciencia, y pertinencia a la comunidad. Motivaba en el sentido más amplio- lo de inspirar a crear algo nuevo. Su misión fue la de encontrar la fuerza vital en las personas para ayudar a crear un futuro deseado que expanda la alegría, las fortalezas y la vitalidad. Para Virginia el mundo era un lugar de esplendor, evolución y transformación infinitos.

“Quiero amarte, no aferrarme; valorarte, no juzgarte; acompañarte, no invadirte; invitarte, no obligarte; criticarte sin que te sientas culpable; ayudarte sin que pierdas la dignidad.”



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